Acerca de mí

BIOGRAFÍA

Soy Marta Giner Peñalba y nací en Barcelona hace más de 40 años. Nieta, hija, madre, compañera, amiga…y también soy psicóloga.

Estudié Psicología porque desde muy pequeña lo que más me gustaba era ver feliz a las personas que me rodeaban.

Entonces utilizaba técnicas como cantar, bailar, imitar, disfrazarme inventando personajes y ver cómo con mi actitud podía ayudar a cambiar el estado de ánimo de los que me rodeaban.

Durante los 5 años de carrera aprendí mucha “etiqueta” y mucha estadística y biología. Cuando me licencié fui consciente de que parte de ese conocimiento era necesario, pero no suficiente.

Así que decidí hacer un máster en Psicoterapia Cognitivo Social, y profundizar en cómo construimos el mundo, el futuro y a nosotros mismos. Porqué las personas pueden llegar a enfermar y cómo las creencias pueden limitarnos.

Cómo en nuestro cuerpo y nuestra alma quedan registrados los traumas en forma de corazas. Y cómo nuestras herencias y lealtades familiares pueden limitarnos.

Años más tarde, hice un postgrado en Terapia Familiar sistémica para poder trabajar el síntoma dentro del sistema familiar.

Mi propio proceso de autoconocimiento me ha llevado a lo largo de todos estos años a seguir aprendiendo de forma vivencial a través de diferentes herramientas: trabajo con sueños, arteterapia, coach art-soma, desbloqueo de los centros de energía a través de la terapia corporal, eneagrama, sexualidad femenina, PNL…

Me encanta acompañar a las personas en sus diferentes procesos y

Me apasiona nutrirme de las relaciones con otras personas, y compartir con otras mujeres desde el corazón, desde lo femenino profundo.

MÉTODO

Mi formación basada en una corriente humanista y fenomenológica me permite trabajar de forma holística aunando cuerpo, mente y emociones.

Las herramientas terapéuticas que utilizo especialmente en mi acompañamiento son la Terapia Constructivista, la Terapia Familiar Sistémica, la Terapia Breve Estratégica y la Terapia Gestalt.

En este orden aparecieron en mi vida y los fui integrando como guías que me permiten entender a las personas y los contextos en que nos relacionamos desde diferentes niveles.

Mi propósito es poner al servicio- adaptándome siempre a las necesidades y objetivos del cliente y no al revés, y desde una actitud respetuosa, empática y eficaz- aquello que me ha sido útil en mi camino personal y profesional para lograr una mejor calidad de vida y de nuestras relaciones.

Me gusta transmitir a mis pacientes que lo que sucede en cada sesión es un pequeño entrenamiento de lo que tienen que poner en práctica fuera de la consulta, donde pasan la mayor parte del tiempo consigo mismos y con quienes los rodean.

También es importante para mí que este entrenamiento se consolide en la etapa inicial para que progresivamente cada persona recupere la autonomía y responsabilidad de seguir su camino con más apoyo interno que externo, poniendo en práctica lo que hayan aprendido.

La duración de un proceso terapéutico es muy variable, depende de cada persona, del motivo de consulta, de los objetivos que se plantee alcanzar, de los ritmos internos para procesar y poner en marcha los cambios, etc.

Por lo tanto, en mi modelo de abordaje, podemos focalizar en una temática específica en una terapia breve (de 3 a 5 sesiones); o podemos realizar un proceso terapéutico continuado sin un número limitado de sesiones, y con la libertad de que en cualquier momento del acompañamiento podamos dar por concluido el proceso.

Las personas que habitualmente acompaño suelen traer como motivo de consulta diferentes asuntos que clasificaría en dos grandes bloques: 

Relación con uno mismo y los demás:

–       Dificultades en la gestión emocional: rabia, miedo, tristeza, y “alegría” como tabú de la felicidad. 

–       Mecanismos caracteriales o de la propia personalidad que generan malestar: timidez, falta de confianza, inseguridad, creencias limitantes y limitadoras

–       Patrones que se repiten en la biografía de la persona o en su historia familiar. 

–       Conflictos en las relaciones familiares: con los padres, parejas, hijos, hermanos, etc.  

Mi aportación aquí es ayudar a tomar conciencia de los puntos ciegos para gestionar mejor la relación con uno mismo y con los demás. 

Procesos de cambio: 

–     La visita de algún síntoma emocional tal como la ansiedad o la depresión, así como también de síntomas físicos donde podemos identificar el trasfondo y el mensaje de los síntomas que afecta inevitablemente en el aspecto emocional.

–       Crisis vitales: formar una pareja, llegada de los hijos, adolescencia de los hijos y vejez de los padres, jubilación, muerte de la pareja.

–       Crisis existenciales: quien soy y que hago aquí; o crisis espirituales.

–       Momentos de transición, duelos, bloqueos, etc.

Mi aportación aquí es acompañar respetuosamente e intentar dar sentido a lo que acontece para una transformación consciente. 


Ruth Servián

Conozco a Marta desde los 13 años, así que soy testigo de su evolución como persona y como profesional. Es sumamente consciente de su carácter y asume la responsabilidad de lo que le sucede, de lo que siente, de sus acciones y de sus decisiones. ¿Qué otro símbolo de madurez mayor existe? Fluir, soltar el control…la completa como persona y a la vez le hace una persona abierta de miras que puede acompañar a otros en su camino. Si tuviera que poner nombre a la avidez de conocimientos y a la necesidad de conocerse a uno mismo para poder ser feliz, ese sería Marta. Persona ideal para poder ofrecer su conocimiento y su experiencia personal para que otros puedan avanzar en el camino de la vida.

Miriam Duque

Marta es de esas personas que cuando la tienes al lado te transmite calma, serenidad y sabiduría. Sabe escuchar, y siempre está dispuesta a ayudar a quién lo necesite. Es inteligente, luchadora y perseverante en sus sueños y propósitos. Me gusta la gente que ríe a carcajadas y Marta contagia con cada una de ellas.

Rocío Domínguez

Conocí a marta en un ambiente laboral. Sin embargo, su forma de ser sencilla y cercana hizo que pronto compartiéramos más un vínculo de amistad que de simples compañeras. Después de un tiempo me vi inmersa en un conflicto personal, del que salí fortalecida y conectada a la vida, gracias en buena parte a Marta, quién me acompañó en un momento muy difícil ofreciéndome su ayuda cuando lo requería, o simplemente una escucha activa y sin emitir juicios. Sin duda una gran profesional y mejor persona!

Anna Teixidó

Coincidí con Marta hace muchos años en una formación y si tuviera que destacar algo es su calidad humana. Persona de mente abierta, equilibrada, cercana, te contagia su energía y motivación….Me ha ayudado a confiar y abrazar la vida en momentos cruciales para mí.